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PorMiguel Ángel del Pino

Aprendiendo a estudiar: Los cinco métodos más aconsejables para estudiar

Anteriormente explicamos los errores más habituales que solemos cometer el estudiar. Esta vez, vamos a explicar que métodos son los más utilizados y útiles para estudiar según los resultados obtenido de un estudio de la Universidad de Kent. Estos son los siguientes:

  1. Autoevaluación.

Esta es la mejor forma para retener los conocimientos que has aprendido. La forma más aconsejable de realizarlo es que expliques a otras personas lo que has aprendido y luego dejarse acribillar a preguntas sobre ello.

  1. Aprender en porciones manejables.

Es mejor estudiar en pequeñas dosis a lo largo del tiempo que realizar “maratones” de estudio. Organiza bien tu tiempo y no lo dejes para el final. Estudiar día a día es lo más beneficioso y por algo siempre te lo han dicho tus profesores.

  1. Preguntarse por qué.

Preguntarse “por qué” te incita a argumentar, reflexionar y no conformarse por lo que las respuestas suelen fijarse más en la memoria. Lo de estudiar como un papa gallo sirve de poco y más cuando te enfrentas a asignaturas complicadas.

  1. Saber lo que (aún) no se sabe.

Similar a lo visto anteriormente, es lo que lo psicólogos denominan “autoexplicación”. Aquí se insiste en el trasfondo de lo que estás estudiando: ¿qué tiene que ver con lo que ya sé? ¿cómo encaja en mis conocimientos previos?

  1. Aprender de forma variada.

Leer, anotar conceptos claves, autoexplicarse las interrelaciones, contárselas a otros y hacerse preguntas. La mezcla de métodos ofrece la mejor garantía para recuerdes lo que has estudiado.

 

Bibliografía: Dunlosky et al. En Psychological Science in the Pulic Interest, vol. 14, págs. 4-58, 2013.

PorMiguel Ángel del Pino

Aprendiendo a estudiar: los errores que cometemos.

Siendo cada vez más mayor, algunas veces tenía la sensación de que cada vez me costaba más estudiar que cuando tenía veinte años.

Personalmente lo achacaba a la perdida de flexibilidad del cerebro que se va produciendo a lo largo del tiempo. Pero la curiosidad me hizo investigar si podría haber algún otro motivo. Un día leí un artículo de Thomas Hess, el cual comentaba que las convicciones sobre las propias capacidades mentales (metacogniciones) influyen en la manera en que nos evaluamos y juzgamos nuestro rendimiento, pero también pueden impedir que aprendamos con éxito. Según su estudio hecho en la Universidad de Carolina del Norte, la falta de autoconfianza reducía la capacidad de retención memorística. Por lo tanto, fíjate la ironía del tema, que esa idea de que cada vez me costaba estudiar más estaba influyendo en mi propia capacidad de estudio. 

Pero aparte de esta anécdota con aprendizaje incluido, por fortuna, hoy en día, se suele tener la idea de que lo más importante en el estudio es aprender a aprender. Y una de las claves principales que impiden un mejor rendimiento en el estudio son lo errores que cometemos al estudiar.

En 2013, Robert Bjork, tras el estudio de un amplia muestra de encuestados, encontró cuatros yerros frecuentes entre los alumnos, los cuales te expongo aquí:

  • Primer error: cuanto más estudio, mucho mejor.

Seguro que alguna vez te han dicho “deja de estudiar, que ya no vas aprender más”. Pues si, esto es así, las maratones de estudio no son recomendables. Es mejor estudiar dos horas al día toda la semana (14 horas totales) que 6 horas el viernes, el sábado y el domingo (18 horas totales). La clave es una buena distribución del tiempo de estudio.

  • Segundo Error: Subrayar y leerlo repetidamente.

Con esto lo que quiero decir, es que es mejor estudiar con diversidad (leer el texto, escucharlo, decirlo en voz alta, releer los párrafos que crees más importantes…) que subrayar un texto y leerlo repetidamente . En la diversidad está la clave, ya que la variedad contribuye a anclar los conocimientos en el cerebro.

  • Tercer error: Marcar en el libro sin pensar.

Lo mejor en estos casos, es una vez subrayado, expresar el conocimiento con las propias palabras. Es más muchas veces cuando uno está subrayando ni termina de leer el párrafo porque sabe que todo el párrafo entero es importante. La clave es, leer, subrayar y luego repetirte el texto con tus propias palabras.

  • Cuarto error: Miedo a equivocarse.

Algunas personas tienen miedo a repetir lo que han leído por miedo a parecer tonto. La repetición activa de lo aprendido resulta efectiva. El mayor ejemplo es cuando estás aprendiendo un idioma, la mejor forma de aprender ese idioma es practicarlo.

Si me gustaría dejar claro, que estos errores son a nivel general y siempre puede haber alguien que rinda muy bien cometiendo alguno de estos supuestos errores.

PorMiguel Ángel del Pino

La utilización de las nuevas tecnologías por los niños y adolescentes: ¿Hay que preocuparse?

Como amante de las nuevas tecnologías, siempre he estado de acuerdo en que estas (internet, redes sociales, whatsapp…), si se utilizan correctamente, tienen un gran beneficio en la sociedad. Pero no podemos obviar que si su utilización es incorrecta pueden provocar dependencia en las personas, incluso convertirse en una adicción para algunos de ellos. 

La premisa principal de la que parto respecto a este tema es de que “Usar las nuevas tecnologías resulta positivo siempre que no se dejen de lado el resto de las actividades habituales y sociales en la vida, por lo tanto, que no te perjudique en la salud, la familia, escuela/trabajo y relaciones sociales”. No hay que ver extraño que un adolescente prefiera pasar parte de su tiempo de ocio jugando a un videojuego o viendo una película en el ordenador (¿en que se diferencia esto de ver la televisión en el salón?), e
s lo normal, ellos han crecido en un mundo en el que desde pequeño siempre han estado en contacto con las nuevas tecnologías.

Consejos para los padres.

Una cosa está clara, no hay que ver las nuevas tecnologías con miedo sino aprovecharse de sus beneficios, que son muchos.

Pero hay un tema que los padres tienen que tener claro, al igual que un niño tiene que aprender a montar en bici o ha leer, también tiene que aprender a realizar una utilización correcta de las nuevas tecnologías.

¿Y que hacer para ayudarlos? Lo mejor es, durante la infancia principalmente, elaborar, junto con el niño, una planificación horaria de las distintas actividades que tiene que realizar durante el día, utilizando también, una limitación del tiempo para utilizar las nuevas tecnologías (unas 2 horas diarias). Es esencial que los padres le expliquen a los menores la importancia de la intimidad y la vulnerabilidad que sufren al subir fotografías o datos personales a internet, y que una vez lo suben, esta información personal suya se queda para siempre en la red.

Los padres no deben estar ajenos a estas nuevas tecnologías, es importante que tengan las habilidades para manejarse por internet y participar de forma activa en la relación de sus hijos con internet. Si no tienen estas habilidades pueden pedirles a sus hijos que les enseñen. Y por supuesto, no olvidar fomentar otras actividades como el deporte, el cine, la lectura o las relaciones sociales.

Adicción a las nuevas tecnologías.

¿Y cuando debo preocuparme por el comportamiento de mi hijo con respecto a las nuevas tecnologías? Los padres deben saber que las principales señales de alarma que denotan en estos casos la conversión de una afición en una adicción son:

-Privarse de sueño (menos de 5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica un tiempo excesivo de conexión.

-Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud.

-Recibir quejas en relación con el uso de internet de alguien cercano, como lo padres o los hermanos.

-Pensar en la red a todas horas, incluso cuando no se está conectado a ella; mostrar una irritación excesiva cuando la conexión falla o resulta muy lenta.

-Intentar limitar el tiempo de conexión sin conseguirlo; perder la noción del tiempo.

-Mentir sobre el tiempo real que se está conectado.

-Aislarse socialmente, mostrarse irritable y empeorar el rendimiento de los estudios.

-Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante de la pantalla.

Referencias bibliográficas.
-Enrique Echeburúa. Adictos a las nuevas tecnologías. 2013.
-J.L. Matalí y J. Alda. Adolescentes y nuevas tecnologías: ¿innovación o adicción?. 2008
PorMiguel Ángel del Pino

La hipnosis: verdades y falacias

“El hipnotismo es una mina preciosa que ha de aprovechar tanto el fisiólogo y el psicólogo como el médico (Jean-Martin Charcot, 1872)”. He querido empezar este artículo con esta cita de Charcot, uno de los pioneros de la hipnosis, y maestro de Sigmund Freud en el tema.

La hipnosis, por desgracia, tiene tras de sí un reguero de mitos que aun hoy en día la persiguen. No es raro que cuando hablas sobre hipnosis con alguien te comente que cree que es un tipo de “magia mental “ o incluso una farsa. Y sinceramente, lo veo normal, ya que la hipnosis se ha tratado como un espectáculo, algo con lo que entretenerte e incluso reírte en la televisión. Pero la hipnosis es una técnica importante y con eficacia demostrada en terapia. Estudios demuestran su eficacia en problemáticas como el dolor crónico y agudo, la ansiedad, el estrés, el trauma o el tabaquismo.

Con este artículo quiero dar respuesta a algunas de las afirmaciones erróneas que hay sobre la hipnosis, esas creencias que tan instauradas están en la sociedad.

  1. “La hipnosis es una forma de sueño que implica perdida de la consciencia”.

Rotundamente no. Cuando un sujeto entra en estado hipnótico es totalmente consciente de lo que está sucediendo alrededor suyo y puede salir de ese “trance” en el momento que quiera.

  1. “El hipnotizador tiene un “poder especial” para inducir hipnosis”.

No hay que tener ningún tipo de poder, solo estar formado para ejercer esta técnica.

  1. “El individuo hipnotizado no puede mentir”.

Como he comentado antes, la persona tiene plena consciencia de lo que está sucediendo y puede decir lo que quiera.

  1. “En hipnosis, el sujeto realizará cualquier cosa que el hipnotizador le pida”.

El sujeto solo hará lo que quiera hacer. Si hace lo que le pide el hipnotizador es porque quiero hacerlo.

  1. “La hipnosis supone la pérdida del control del comportamiento”.

El sujeto tiene total control sobre si mismo. Lo que se ve en la televisión es solo un espectáculo.

  1. “La hipnosis es peligrosa”.

La hipnosis es totalmente segura. No tiene ningún tipo de peligro para la persona.

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